Va de
conciertos este mes. Si hace dos semanas fueron God Is An Astronaut, el pasado sábado estuve con mi habitual acompañante
@ZenasBlues en un concierto al que tenía muchísimas ganas de ir:
El Reno Renardo.
Resumiendo para el que no lo sepa: El Reno Renardo es una banda de ¿cómo decirlo? Freak metal supongo, aunque a mí me gusta más llamarlo metal vasco, es como si pertenecieran a su propio estilo. En fin, es un grupo formado por Jevo (cantante y guitarra rítmica), que allá por los años 90, cuando estaba en el instituto, empezó a componer versiones de sus canciones favoritas con letras absurdas sobre situaciones cotidianas de la vida o simplemente frikadas varias. Pensando en cómo dar salida a tan insólito material, decidió colgarlo en internet de forma gratuita. Pasado un tiempo empezó a hacerse conocido, a ganar seguidores y hasta hoy, inmersos en la gira de presentación de su tercer álbum.
Tema musical aparte, hago un inciso para destacar que el Reno Renardo es uno de los mayores
defensores de la libertad de expresión en internet, totalmente partidario del
libre intercambio de información. Prueba de ello es que jamás han sacado un disco al mercado con ninguna discográfica: todos sus discos son
autoproducidos y colgados en internet para descargarlos completamente
gratis. Sus ingresos provienen únicamente de los
conciertos, los cuales tienen un precio muy razonable, hay que decirlo, y de las
donaciones voluntarias de sus fans. Además, Jevo es un firme
opositor a la Ley Sinde y todo tipo de censura informática
, como podéis comprobar en
este comunicado (y de paso echar un vistazo a su página web). Personalmente eso me parece digno de elogio, ya que parece que la mayoría de los que se hacen llamar 'músicos' en este país no son sino una
panda de egoístas que pretenden
vivir eternamente del cuento y ganar cuanto más puedan mejor. El Reno Renardo, en cambio, tienen claro que
se deben a sus fans y son conscientes de que son lo que son y están donde están
gracias a ellos, algo que ningún músico debería olvidar.
Bien, volviendo al terreno que nos ocupa, el concierto del sábado tuvo lugar en la Sala Marco Aldany de Madrid (antigua sala Heineken). Igual que la anterior vez, un lugar de tamaño perfecto para la cantidad de público y con una acústica bastante respetable.
El concierto comenzó a eso de las ocho con los teloneros, unos tales Nightfear. Ni los conocía ni había oído hablar de ellos, y la verdad es que me podía haber quedado como estaba. Me parecieron bastante malos, pero no porque no supieran tocar, sino por su actitud encima del escenario. Una ejecución musical buena, pero nada de interacción con el público, distantes, fríos; pareciera que su única aspiración fuese hacer el mejor heavy metal de la historia y ser los más brutales y guays. En mi opinión quedaba muy forzado, como si salieran al escenario a interpretar un papel y no a hacer música e intentar satisfacer al público. Los temas eran todos iguales, me aburrí desde el primer minuto, y de los músicos poco que resaltar. Un guitarra solista obsesionado con hacer tapping en cada nota, un cantante mediocre, un bajista que estaba totalmente de más, un bateria adicto al doble bombo cuyo único reclamo era enseñar carne (se pasó todo el concierto sin camiseta a pesar de que por la temperatura del local era completamente innecesario) y un guitarra rítmico que parecía el más normal de todos ellos, aunque era bastante sosillo.
Por si todo esto no fuera poco, su técnico de sonido era del mismo pueblo que ellos, ya que durante todo el concierto solo se oyeron el bombo y los chillidos del cantante. El peor momento sin duda fue la versión de 'Moonchild' de Iron Maiden, la cual destrozaron completamente: no es fácil cantar algo de Bruce Dickinson y que quede bien, además de que el cantante se inventó la mitad de la letra, los solos tres cuartos de lo mismo, el bajo ni se oía (para lo que es Steve Harris, ya me contaréis) y el doble bombo inexistente en la canción original reinaba por doquier. En palabras de @Zenas Blues: de ellos solo puedo decir que cometieron el peor de los pecados en los que puede caer cualquier grupo, ser mediocres. Las canciones fueron repetitivas, la ejecución poco destacable y la complicidad con el publico inexistente.
Pasado el mal trago, llegó el momento que estábamos esperando. Tras anunciarse con la intro del disco representada por un hombre vestido de reno con una máscara de Darth Vader, un sable láser y una marioneta de ventrílocuo (no, no me he fumado nada ni me lo estoy inventando) salieron a escena El Reno Renardo. El grupo vasco, conformado por Jevo (voz y guitarra rítmica), Ander (bajo), Iván (batería) y Mikel (guitarra solista y voces), no se hizo esperar para sacar a escena todo su potencial. Nos deleitaron son un show absolutamente irrepetible lleno de buena música, humor y muchas risas. Radicalmente diferente de lo que fue el concierto de Nightfear: se notaba que los chicos del Reno se lo pasan bien sobre el escenario, casi mejor que nosotros. Musicalmente hablando todos dominan sus respectivos instrumentos con una habilidad nada despreciable. Mención especial para Mikel, con sus solos que son de lo más heavy que ha parido la tierra, e Iván, uno de los poquísimos baterías que sabe darle buen uso al doble bombo. Y como después de todo no son supermúsicos, tuvieron sus fallitos como es lógico, pero siguiendo su costumbre se lo tomaron a cachondeo y se rieron de ellos junto con el público, ¿se puede pedir más?
Pues sí señores, después de sesenta minutos de concierto que fueron una absoluta delicia, en los que intercalaron temas de su último disco con clásicos de siempre e incluso un pequeño homenaje a los grupos insignia del rock como Barón Rojo, Deep Puple, Iron Maiden, etc. ¡aún tenían un as en la manga los bilbaínos! Aunque se les notaba cansados, salieron para un bis que el público pedía a gritos y nos sorprendieron con 'Chicken Es Pollo', una canción inédita (versión de 'Seek and Destroy' de Metallica, por cierto) en la que todos cambiaron de instrumento y tocaron a la perfección: Jevo al bajo, Mikel a la batería e Iván y Ander a las guitarras. Como si no hubiéramos flipado lo suficiente. Dos temas después terminó un show alucinante, increíble y con apariciones intercaladas de la mascota renal al más puro estilo Eddie, todo hay que decirlo.
A fin de cuentas, que
merece muchísimo la pena verlos en directo, que son unos músicos
con los pies en la tierra, conscientes de que sin sus fans no serían nada, totalmente dedicados a ellos, sencillos, salaos y más majos que una moneda de cinco duros. Se esfuerzan por la música y se merecen todo el apoyo de su público. Si queréis verlos os recuerdo que estarán en el
Festival Mundo Idiota en octubre junto con un montón de grupos más, y si no podéis consultar las fechas de sus conciertos en su
web oficial y en su
página de facebook. ¡Frikis del mundo, merece la pena! Y para terminar, como siempre, os dejo con la crítica de
@ZenasBlues:
El Reno Renardo desde luego que dejaron clara su condición de plato fuerte, con una puesta en escena rebosante de solidez musical, ganas de entretener (tanto al público como a ellos mismos, y ahí justo esta la frontera entre un buen y un gran músico) y un rebosante sentido del humor que habría hecho al mismísimo Frank Zappa derramar una lágrima de emoción. Sorprendieron con popurrís de canciones de sobra conocidas por todos y cambio de instrumentos de por medio que no eclipsaron los grandes clásicos del grupo como 'Camino Moria' o 'Crecí en los Ochenta', esta última cierre perfecto para el concierto. En definitiva, gran espectáculo del astado bilbaíno, que ojalá nos deleite con su presencia de nuevo en no mucho tiempo.
El Reno Renardo@Sala Marco Aldany (Madrid)
- Intro Darth Gayer
- Cipote Ancho
- Señoras
- Ctrl+Alt+Supr
- La Navaja del Trueno Inmortal
- Hasta la Polla
- Mi Casa
- El Bardo Bastardo (In the Forest)
- El Reno Renardo
- Tu Hamster
- Subnormix
- Camino Moria
- El Bogavante
- Chicken Es Pollo
- Crecí en los Ochenta
- Subnormercado