Cambiamos radicalmente de género y entramos en una oscura espiral de punk. Y qué mejor forma de hacerlo que con uno de los pioneros en el despertar de este estilo musical a la par que forma de vida: la iguana de Detroit, Iggy Pop.
Iggy Pop es una siniestra y retorcida personalidad que nació contenida en un hombre llamado James Newell Osterberg un día de primavera de 1947. El joven James recibió una estricta educación, con la cual sus progenitores aspiraban a convertirle en un modélico y provechoso universitario. Pero Iggy, el particular Mr. Hyde de James, empezó a dar señales de vida en sus años de instituto: formó parte de una banda llamada 'The Iguanas' (de donde surgiría el sobrenombre que lo lanzó a la fama) influenciada por los Rolling Stones y la Velvet Underground. Lou Reed ya venía masticando lo que con el tiempo la historia de la música daría en llamar proto-punk y que alcanzó con Iggy su máxima expresión.
Pero no adelantemos acontecimientos. Disgustados con el rumbo que estaba tomando su hijo, los padres de James le obligaron a ir a la universidad. El jovencito cumplió el mandato, pero no por mucho tiempo: después de seis meses, abandonó los estudios y se puso a trabajar en una tienda de discos. Por aquel entonces, sus compañeros de trabajo habían empezado a llamarle 'Iggy', aunque parece ser que en un principio a James no le gustaba demasiado este apodo. Influenciado por los discos de la Motown y el ambiente musical de la cercana Chicago, Iggy formó parte de una banda de blues, 'The Prime Movers', durante un año y medio. Tanto adoraba la escena blues de Chicago que se trasladó a esta ciudad para vivir una auténtica experiencia musical, tal vez esperando triunfar, pero a sus 20 años escasos se dio cuenta de que necesitaba mucho más que un golpe de suerte para eso. Así pues, regresó a Michigan con la intención de formar una nueva banda propia, esta vez como cantante. La bestia estaba a punto de despertar.
A finales de los años 60, las consignas hippies antibelicistas y los eslóganes de paz y amor se habían quedado en el tintero, reemplazados por el hard rock de inmensa calidad y el incipiente heavy metal que venían de Reino Unido. Contagiados por este espíritu, los jóvenes buscaban algo con más fuerza y brutalidad. La escena musical del momento era un hervidero de géneros: hard rock, heavy metal, underground, psicodelia... Iggy se decantó en un primer momento por esta última y llamó a su recién creado grupo 'The Psichodelic Stooges', que no tardaron en pasar a llamarse simplemente 'The Stooges'. Los que acudían a sus conciertos salían o bien fascinados o bien extrañamente incómodos por lo que habían presenciado, pero en todo caso alucinados. Aquello era algo que no se había visto nunca. Un frontman sucio, depravado, que escupe e insulta a su público, que se enrolla en el cable del micrófono hasta dejarse marcas, que rueda sobre cristales rotos, que se apaga cigarros en el pecho y finalmente salta sobre el público para sentir toda su rabia en su propio cuerpo. James había muerto definitivamente para dejar paso a Iggy Pop.
Así las cosas, el éxito no tardó mucho en llegar para esta singular banda. Y ojo que los Stooges no eran sólo el loco Iggy. Acompañándole en su periplo de demencia se encontraban Dave Alexander al bajo, el soberbio Ron Asheton a la guitarra y su hermano Scott a la batería. En 1969 vio la luz el primer álbum homónimo de la banda, nada apreciado por la crítica pero con un impacto cuanto menos interesante entre la escena más joven. 'The Stooges' es de los primeros discos que pueden ser defnidos como 'garage rock', con letras nihilistas de las que bebería Kurt Cobain en los 90 y temas rudimentarios reducidos a su mínima expresión. Tres acordes simples repetidos hasta la saciedad, guitarras roncas, ritmos sencillos, una voz que no necesita de ningún tono melódico para plasmar su rechazo a lo formal y lo bonito. Sí, empezaba a tomar forma lo que en la siguiente década sería el punk. En este álbum podemos encontrar clásicos de la banda tales como 'I Wanna Be Your Dog' o 'No Fun'.
Ron Asheton
Fue otro de los grandes excéntricos de la música quien extendió su alas para impulsar a la malversada banda. El mismísimo David Bowie convenció a su discográfica para que contratara a los Stooges, interesado en la continuidad de su carrera musical y como favor personal a su amigo Iggy. Bowie se encargó también de la producción de su tercer disco 'Raw Power'. Para este álbum hubo algunos cambios en la formación: el bajista Dave Alexander había muerto por su adicción al alcohol y las drogas, por lo que Ron Asheton pasó a encargarse de las cuatro cuerdas, mientras que su hermano Scott continuaba tras la batería y James Williamson se ocupaba de la guitarra. 'Raw Power', que vio la luz en 1973, consiguió aumentar ligeramente el número de ventas, pero aun así éste seguía siendo escaso. A pesar de ello, hoy día se considera la obra maestra de los Stooges, con temas indispensables como 'Raw Power', 'Gimme Danger' y por supuesto 'Search and Destroy'. Eléctrico, corrosivo, pervertido y perverso hasta decir basta, aunque no lo suficiente para el gusto de Iggy. La sombra de Bowie era alargada y tras la producción el álbum resultó ser más melódico de lo que al líder le hubiera gustado.
Dave Alexander
James Williamson
Algo tan destructivo no podía durar mucho. En efecto, poco después las disputas internas y sobre todo la adicción de Iggy a la heroína pusieron punto final a la bomba de relojería que siempre habían sido los Stooges. El grupo se separó, en tanto que Iggy ingresó en una institución mental para tratar de calmar su excesos. Posteriormente vendría su renacimiento como artista en solitario, gracias de nuevo a su padrino Bowie y el retiro espiritual en Berlín, nada que ver con su carrera al frente de los Stooges. Un grupo que marcó con tiza las líneas de la carretera que en la década de los 80 recorrerían los jóvenes inconformistas de la era del punk. Un animal inquieto, insaciable, sin nada que perder y tampoco que ganar, 'un corazón lleno de metal, el hijo fugitivo de una bomba nuclear, el olvidado del mundo, aquél que busca y destruye'.
Un disco: 'Raw Power. Simplemente, un vómito de electricidad pura capturada en los surcos de un vinilo.
Una canción: la no tan conocida 'Gimme Danger' es para mí el tema puntero de los Stooges. Incluida en el disco anterior, es una explosión de rabia y furia contenida. La personalización del propio Iggy y su alocada y retorcida manera de vivir la música.
3 comentarios:
Entretenido E instructivo, gran articulo! me ha dado ganas de ponerme a escuchar a iggy pop ahora mismo! =D
Mi recomendación personal es Gimme Danger
Escucharé Gimme Danger. Lo que más he escuchado de Iggy son sus discos en solitario. Gracias por este post =)
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