Lo primero de todo, os pido disculpas por la ausencia. Esta vez no ha sido cosa de mi habitual vaguería, he tenido problemas técnicos con blogger que me impedían utilizar el blog a pleno rendimiento.
Dicho esto, el título de la entrada no deja mucho a la imaginación. Efectivamente, en declaraciones a la revista británica 'Classic Rock', el líder de Iron Maiden, Steve Harris, afirmó que la trayectoria del grupo está llegando a su recta final. Si algo se puede extraer de la entrevista es, sin duda, sinceridad y mucha sensatez. Harris, que se encuentra en plena promoción de su disco en solitario, 'British Lion', explicó a los medios que ve cercano el momento en que la banda finalice su andadura tras casi cuarenta años sobre los escenarios. Los motivos: los evidentes. La edad ya no perdona y ante esa circunstancia, Harris declaró que teme no poder continuar con el nivel que el grupo siempre se ha exigido para satisfacer a los fans. Asismismo, aclaró que esta fecha de caducidad no es definitiva, sino una estimación, pero aseguró que 'no ve futuro a la banda más allá de diez años'. Para terminar, quiso dejar constancia de que esta 'decisión' (entre comillas, puesto que no hay nada decidido de forma oficial) es en beneficio tanto del propio grupo como de los fans, puesto que en palabras del propio Harris 'lo que nunca permitiré es que Iron Maiden se arrastre sobre un escenario'.
Así pues, parece que tendremos que ir haciéndonos a la idea de despedir a la Doncella en un futuro próximo. Como todos sabéis, son y han sido siempre mi grupo favorito. Mi opinión personal es que el argumento de Harris me parece de lo más lógico y sensato. Si ya no pueden mantener un nivel con el que ellos no se encuentran a gusto y no creen poder satisfacer a sus fans, lo mejor es que lo dejen en el momento adecuado, dado que una buena banda siepre debe intentar ofrecer lo mejor de sí mismos a su público.
Aquí podríamos entrar en una interesante polémica o discusión sobre esos 'grupos eternos', esas bandas que han anunciado su retirada repetidas veces, con numerosas giras de despedida que nunca resultan ser las últiamas, iniciando todo un ciclo de repeticiones absurdo desde mi punto de vista. Tomaré como ejemplo a los Rolling Stones, sin quitarles nada de su grandeza ni de su mérito. He perdido la cuenta de cuantas veces se han separado y han vuelto. ¿Estrategia de marketing? ¿Verdadera indecisión? Lo único que sé es que cuando esto sucede parece que los músicos en los que menos piensan es en los fans. Los Rolling Stones probablemente han aportado más a la historia de la música que ningún otro músico vivo actualmente, además de los Beatles. Lo digo con sinceridad y sin exagerar. Pero ¿realmente unos señores de setenta años que siguen dando conciertos creen poder dar a sus seguidores la calidad musical, profesional y de directo que realmente se merecen? Para mí la respuesta es no. Y no solo se trata de los conciertos. Para ejemplificarlo y como cierre de este artículo os dejaré con su último tema para que lo escuchéis, que a mi entender es una derivación blanda y sosa de 'Jumping Jack Flash'.