Cómo se nota el verano. En Raised On Rock no cerramos por vacaciones, pero el calor invita a otras cosas y aleja mis dedos del ordenador, aunque no mi mente de la música. Por ello después de un improvisado descanso volvemos a la carga con todo el rock. Pero primero, la asignatura pendiente.
Completamos la segunda parte de la crítica objetiva del festival Sonisphere 2012 en España con los conciertos del sábado 26. Una vez más, gracias a los colaboradores de que han hecho posible estas entradas: mi compañero Alfon y mi amiga @CircoAbsurdo de Bajo Luz Octarina.
La primera actuación del día fue la de los madrileños Vita Imana. Un grupo peculiar que mezcla varios géneros musicales, desde el hardcore hasta el groove, acompañado por una espectacular percusión que es el sello personal de estos españoles que sorprendieron para bien dando el pistoletazo de salida a esta segunda jornada.
Los siguientes en saltar al escenario fueron los esperadísimos Children of Bodom. Un buen concierto en líneas generales, en el que un público con amplia presencia femenina disfrutó de un show si no único, bastante digno. Se podrían encontrar dos únicas pegas: una posible mala ecualización de la batería, que se escuchó demasiado alta, y la falta de algunos temas imprescindibles en el setlist como el mítico 'Hate Crew Deathroll' o 'Sixpounder' entre otros.
Llegó después el turno de Withim Temptation. Teniendo en cuenta que compartían cartel con los americanos Evenescence, las comparaciones entre ambas vocalistas son inevitables. Según parece la armonía vocal de Sharon den Adel superó a la de Amy Lee, pero no cuento con una crítica fiable de Evanescence para poder afirmarlo. Los holandeses cumplieron con su cometido y el público quedó satisfecho y encantado con la simpatía de Sharon. Un detalle a comentar es la distribución del escenario, con la batería a un lado y el teclado en el centro, algo completamente inusual en un festival de estas dimensiones, que quizá afectara a la percepción del sonido tal y como estamos acostumbrados a escucharlo en directo, aunque ello no desmerece ni empaña la actuación del grupo en absoluto.
Y llegamos a los dos platos fuertes del festival. En primer lugar la mítica banda de thrash metal Slayer, con un concierto marca de la casa que el público vivió y disfrutó a tope desde el primer momento. Un Kerry King totalmente entregado que conserva su vitalidad como si fuera ayer y que forma un dúo guitarrero perfecto con Hanneman sin ensombrecer la voz y el bajo de Araya. El momento culminante, como no, 'Raining Blood'.
Y para cerrar el festival como es debido, lo que todos esperaban: Metallica. La banda, inmersa en una gira mundial que rememora uno de sus mejores trabajos, el 'Black Album' (1991), ha demostrado que su valía en directo sigue intacta, a pesar de las fuertes críticas a los trabajos de estudio de su última época. El concierto comenzó de una forma curiosa, con la intro de la película 'El Bueno, el Feo y el Malo' previa a la ejecución de los clásicos 'Hit the Lights', 'Master of Puppets', 'Fuel' y 'For Whom the Bell Tolls'. Todo no podía ser perfecto, ya que James y los chicos dejaron sitio para 'Hell and Back' de su penúltimo disco 'Death Magnetic'. Volvieron a la carga con temas igual de inmortales como 'Enter Sandman', 'Wherever I May Roam' y la indispensable 'Nothing Else Matters' como momento suave de la actuación, antes de poner un perfecto broche final con 'Battery', 'One' y 'Seek & Destroy'. La voz de James Hetfield, pese a las últimas críticas, no decepcionó, al igual que su guitarra, ganándose al público con ambas desde el primer momento. Quizá un poco flojos en cuanto a sonido el bajo de Trujillo y la guitarra de Hammet. En todo caso, un concierto muy bueno que trae a los mejores Metallica desde hace mucho tiempo.
En resumidas cuentas, esta tercera edición del Sonisphere en España pasa con un aprobado alto tanto en organización como en distribución, alojamiento y cartel, aunque este último quizá fuera demasiado ecléctico, echándose en falta algunas bandas de mayor calibre para un festival de grandes dimensiones, tales como en las pasadas ediciones Iron Maiden, Twisted Sister o Megadeth. Habrá que ver si el año que viene se celebra una cuarta edición y, de ser así, qué es lo que nos depara.