BLACK SABBATH CANCELA SU GIRA MUNDIAL

Como recordaréis, hace unas semanas anunciamos que el guitarrista de Black Sabbath, Tony Iommi, padece cáncer. Sin embargo, tanto los planes de grabación del disco (el primero con la formación original después de 33 años) como la gira de verano se mantenían en pie. Pues bien, pocos días después del cumpleaños de Iommi (62), la banda ha hecho un comunicado oficial para cancelar dicha gira debido a la imposibilidad del guitarrista para viajar. La banda ofrecerá conciertos en las fechas programadas bajo el nombre de Ozzy Osbourne & Friends, aunque no está claro si el batería Bill Ward se sumará a este proyecto. El que si estará para cubrir la plaza de Iommi será Zakk Wylde, líder de Black Label Society, quien acompañara a Ozzy Osbourne varios años como guitarrista durante su carrera en solitario y gracias al cual se dio a conocer.

Así las cosas, 'Ozzy Osbourne & Friends' han confirmado su presencia en nuestro país en el Azkena Rock Festival de Bilbao, tal y como estaba planeado, en la fecha prevista. A pesar de ello, ante la cancelación, la organización ha comunicado que las personas que deseen devolver su bono pueden hacerlo en el punto de venta en el que lo adquirieron hasta el día 10 de marzo.

IGGY POP & THE STOOGES

Cambiamos radicalmente de género y entramos en una oscura espiral de punk. Y qué mejor forma de hacerlo que con uno de los pioneros en el despertar de este estilo musical a la par que forma de vida: la iguana de Detroit, Iggy Pop.

Iggy Pop es una siniestra y retorcida personalidad que nació contenida en un hombre llamado James Newell Osterberg un día de primavera de 1947. El joven James recibió una estricta educación, con la cual sus progenitores aspiraban a convertirle en un modélico y provechoso universitario. Pero Iggy, el particular Mr. Hyde de James, empezó a dar señales de vida en sus años de instituto: formó parte de una banda llamada 'The Iguanas' (de donde surgiría el sobrenombre que lo lanzó a la fama) influenciada por los Rolling Stones y la Velvet Underground. Lou Reed ya venía masticando lo que con el tiempo la historia de la música daría en llamar proto-punk y que alcanzó con Iggy su máxima expresión.

Pero no adelantemos acontecimientos. Disgustados con el rumbo que estaba tomando su hijo, los padres de James le obligaron a ir a la universidad. El jovencito cumplió el mandato, pero no por mucho tiempo: después de seis meses, abandonó los estudios y se puso a trabajar en una tienda de discos. Por aquel entonces, sus compañeros de trabajo habían empezado a llamarle 'Iggy', aunque parece ser que en un principio a James no le gustaba demasiado este apodo. Influenciado por los discos de la Motown y el ambiente musical de la cercana Chicago, Iggy formó parte de una banda de blues, 'The Prime Movers', durante un año y medio. Tanto adoraba la escena blues de Chicago que se trasladó a esta ciudad para vivir una auténtica experiencia musical, tal vez esperando triunfar, pero a sus 20 años escasos se dio cuenta de que necesitaba mucho más que un golpe de suerte para eso. Así pues, regresó a Michigan con la intención de formar una nueva banda propia, esta vez como cantante. La bestia estaba a punto de despertar.

A finales de los años 60, las consignas hippies antibelicistas y los eslóganes de paz y amor se habían quedado en el tintero, reemplazados por el hard rock de inmensa calidad y el incipiente heavy metal que venían de Reino Unido. Contagiados por este espíritu, los jóvenes buscaban algo con más fuerza y brutalidad. La escena musical del momento era un hervidero de géneros: hard rock, heavy metal, underground, psicodelia... Iggy se decantó en un primer momento por esta última y llamó a su recién creado grupo 'The Psichodelic Stooges', que no tardaron en pasar a llamarse simplemente 'The Stooges'. Los que acudían a sus conciertos salían o bien fascinados o bien extrañamente incómodos por lo que habían presenciado, pero en todo caso alucinados. Aquello era algo que no se había visto nunca. Un frontman sucio, depravado, que escupe e insulta a su público, que se enrolla en el cable del micrófono hasta dejarse marcas, que rueda sobre cristales rotos, que se apaga cigarros en el pecho y finalmente salta sobre el público para sentir toda su rabia en su propio cuerpo. James había muerto definitivamente para dejar paso a Iggy Pop.

Así las cosas, el éxito no tardó mucho en llegar para esta singular banda. Y ojo que los Stooges no eran sólo el loco Iggy. Acompañándole en su periplo de demencia se encontraban Dave Alexander al bajo, el soberbio Ron Asheton a la guitarra y su hermano Scott a la batería. En 1969 vio la luz el primer álbum homónimo de la banda, nada apreciado por la crítica pero con un impacto cuanto menos interesante entre la escena más joven. 'The Stooges' es de los primeros discos que pueden ser defnidos como 'garage rock', con letras nihilistas de las que bebería Kurt Cobain en los 90 y temas rudimentarios reducidos a su mínima expresión. Tres acordes simples repetidos hasta la saciedad, guitarras roncas, ritmos sencillos, una voz que no necesita de ningún tono melódico para plasmar su rechazo a lo formal y lo bonito. Sí, empezaba a tomar forma lo que en la siguiente década sería el punk. En este álbum podemos encontrar clásicos de la banda tales como 'I Wanna Be Your Dog' o 'No Fun'.

Ron Asheton

♫ Iggy Pop & The Stooges: 'No Fun'

♫ Iggy Pop & The Stooges: 'I Wanna Be Your Dog'

'The Stooges' es un disco salvaje, crudo y ácido, pero no tanto como su siguiente trabajo, 'Fun House'. Este disco supone la afirmación de Iggy y sus Stooges en la escena musical, creándose un hueco en un género que ellos habían inventado y que poco a poco se iba definiendo. Un trabajo bastante más anárquico, con un Iggy mucho más expresivo y multitud de toques sexuales por doquier. Para entonces el grupo había entrado en una vorágine de drogas y autodestrucción acelerada y peligrosa. Esto, unido al bajo volumen de ventas de sus discos (aunque eran bastante apreciados en el naciente círculo proto-punk) y el negativo favor de la crítica, provocó el fin de su contrato con la discográfica. La banda estuvo unos cuantos meses al borde del abismo, con un incierto futuro abierto ante ellos.

♫ Iggy Pop & The Stooges: 'Fun House'

Fue otro de los grandes excéntricos de la música quien extendió su alas para impulsar a la malversada banda. El mismísimo David Bowie convenció a su discográfica para que contratara a los Stooges, interesado en la continuidad de su carrera musical y como favor personal a su amigo Iggy. Bowie se encargó también de la producción de su tercer disco 'Raw Power'. Para este álbum hubo algunos cambios en la formación: el bajista Dave Alexander había muerto por su adicción al alcohol y las drogas, por lo que Ron Asheton pasó a encargarse de las cuatro cuerdas, mientras que su hermano Scott continuaba tras la batería y James Williamson se ocupaba de la guitarra. 'Raw Power', que vio la luz en 1973, consiguió aumentar ligeramente el número de ventas, pero aun así éste seguía siendo escaso. A pesar de ello, hoy día se considera la obra maestra de los Stooges, con temas indispensables como 'Raw Power', 'Gimme Danger' y por supuesto 'Search and Destroy'. Eléctrico, corrosivo, pervertido y perverso hasta decir basta, aunque no lo suficiente para el gusto de Iggy. La sombra de Bowie era alargada y tras la producción el álbum resultó ser más melódico de lo que al líder le hubiera gustado.

Dave Alexander

♫ Igyy Pop & The Stooges: 'Raw Power'

James Williamson

♫ Iggy Pop & The Stooges: 'Gimme Danger'

♫ Iggy Pop & The Stooges: 'Search and Destroy'

Algo tan destructivo no podía durar mucho. En efecto, poco después las disputas internas y sobre todo la adicción de Iggy a la heroína pusieron punto final a la bomba de relojería que siempre habían sido los Stooges. El grupo se separó, en tanto que Iggy ingresó en una institución mental para tratar de calmar su excesos. Posteriormente vendría su renacimiento como artista en solitario, gracias de nuevo a su padrino Bowie y el retiro espiritual en Berlín, nada que ver con su carrera al frente de los Stooges. Un grupo que marcó con tiza las líneas de la carretera que en la década de los 80 recorrerían los jóvenes inconformistas de la era del punk. Un animal inquieto, insaciable, sin nada que perder y tampoco que ganar, 'un corazón lleno de metal, el hijo fugitivo de una bomba nuclear, el olvidado del mundo, aquél que busca y destruye'.

Un disco: 'Raw Power. Simplemente, un vómito de electricidad pura capturada en los surcos de un vinilo.

Una canción: la no tan conocida 'Gimme Danger' es para mí el tema puntero de los Stooges. Incluida en el disco anterior, es una explosión de rabia y furia contenida. La personalización del propio Iggy y su alocada y retorcida manera de vivir la música.

IRON MAIDEN - KILLERS (1981)

'Killers' es el segundo álbum de la banda británica Iron Maiden. Fue publicado en 1981, tan sólo un año después de su disco debut homónimo. Si el primero había tenido buena acogida, éste sirvió para afirmar al grupo como cabeza de la emergente New Wave Of British Heavy Metal, aunque el estallido de la bomba llegaría definitivamente con 'The Number of the Beast'. Alcanzó el puesto número 12 en el ranking británico de discos y llegó a vender 100.000 copias. Causó verdadero furor en Estados Unidos, donde se vendieron hasta 500.000 copias. Todos los temas de este álbum estaban ya compuestos desde 1980, a excepción de 'Killers' y 'Prodigal Son'. Tres de ellos fueron lanzados como singles: 'Purgatory' 'Twilight Zone' y 'Women in Uniform', aunque sólo el primero se incluyó en el disco ('Twilight Zone' se añadió además para la versión americana, así como en la reedición en CD años más tarde).

Iron Maiden: 'Killers'

La principal característica de este álbum en cuanto a su sonido es la incorporación del productor Martin Birch a los controles, lo que dio como resultado un trabajo muy superior al anterior en este aspecto. Y por supuesto, la incorporación del guitarrista Adrian Smith a la banda en sustitución de Dennis Stratton. El grupo realizó una mini-gira de 10 conciertos en Reino Unido antes de la grabación del disco para presentar su nuevo miembro a los fans.

Poco después del lanzamiento del disco, comenzó gira de 'Killers' ('Killer World Tour') con 113 fechas programadas por todo el mundo. Empezaron con 24 conciertos en Reino Unido, incluyendo uno en el mítico Hammersmith Odeon de Londres, donde ya habían tocado en la gira anterior. El tour continuó con 40 fechas en Europa antes de viajar por primera vez hasta Japón, donde ofrecieron 5 conciertos con lleno absoluto. Para conmemorar este éxito, después de la gira Iron Maiden lanzó un EP titulado 'Maiden Japan' (clara alusión al disco en directo de Deep Purple 'Made In Japan' en el mismo país) que contenía cinco temas grabados en el Kosei Nenkin Hall de Nagoya. Dicho EP fue la última grabación del cantante Paul Di'Anno con Iron Maiden. Se editaron varias versiones de este single: la versión japonesa original contiene solo cuatro temas, mientras que la promocional japonesa, que en principio no se iba a comercializar, contiene 17 canciones extraídas del concierto en el Plaza Nakano Sun. Diez años después se reeditó el 'Maiden Japan' como parte del recopilatorio 'The First Ten Years', esta vez con seis canciones. Además de en Japón, Iron Maiden se estrenaron en Estados Unidos, con 40 conciertos que comenzaron en Las Vegas y una visita al famoso Long Beach Arena. Durante esta gira americana volvieron a tocar con Judas Priest y UFO como ya hicieran en la anterior.

Gira europea: Nüremberg (Alemania)

Primer concierto en Japón

Iron Maiden: 'Maiden Japan' single

Los once temas de 'Killers' están escritos por el bajista y fundador Steve Harris, con pequeñas aportaciones de Dave Murray (guitarrista) y Paul Di'Anno (cantante). En el momento de la grabación, el grupo estaba compuesto por Steve Harris (bajo), Dave Murray (guitarra), Adrian Smith (guitarra), Clive Burr (batería) y Paul Di'Anno (voz). Fue el último disco que este último grabó con Iron Maiden. El álbum se compone de los siguientes temas:

♫ The Ides of March (Harris): una corta introducción instrumental con un buen ritmo de batería y un sobresaliente ejercicio guitarrero para estrenar al nuevo dúo.

♫ Wrathchild (Harris): mítica entre las míticas, una de las favoritas de la banda para tocar en directo desde siempre. Narra la historia de un chico que nació entre el odio y la codicia, que nunca conoció el cuidado de una madre o el amor de un padre, y busca desesperadamente experimentar un sentimiento que no sea ira, poniendo en peligro su equilibrio mental. Fantástica melodía de las guitarras encabalgadas sobre el omnipresente y conocido ritmo del bajo de Harris.

♫ Murders in the Rue Morgue (Harris): tributo literario de Harris a la famosa historia de Edgar Allan Poe. Comienzo suave que da lugar a la explosión de sensaciones del asesino, narrada a través de una melodía viva, fresca, rápida y con un reconocible estribillo, todo lo cual recuerda ligeramente a la influencia de la música punk de la escena británica.

♫ Another Life (Harris): una gran desconocida que empieza con un redoble de batería y una intro de guitarra muy rock and rollera, pasando por un radical cambio de tono más oscuro para terminar con otro riff propio de una banda setentera de hard rock. Narra los extraños procesos mentales de un esquizofrénico-paranoico.

♫ Genghis Khan (Harris): segundo tema instrumental del disco centrado en la figura del conquistador mongol. Evoca las campañas y conquistas militares del personaje histórico a través de ritmos frenéticos y ahogados primero y secciones más rítmicas después, con gran protagonismo de las guitarras en toda la canción.

♫ Innocent Exile (Harris, Di'Anno): una intro de bajo marca de la casa nos presenta los solitarios devaneos de un condenado por asesinato exiliado de su tierra. Un tema curioso, bastante setentero y bastante olvidado también.

♫ Killers: indiscutible tema insignia del álbum, con otro ritmo de bajo completamente reconocible que domina los cinco minutos de duración. La letra se adentra en la mente de un asesino, su excitación por matar, su demencia, su satisfacción al ver sangre ('preparado para atacar, ríe al verte sangrar, una voz dentro de mí me fuerza'); así como en el horror de la víctima que se sabe a punto de morir ('implora misericordia, un grito rompe la noche, no hay adónde huir, estoy tras de ti').

♫ Prodigal Son (Harris): canción discordante y extraña donde las haya, con una melodía muy limpia y suave, donde un brujo maldito poseído por el demonio se arrepiente de haber vendido su alma y pide ayuda desesperado.

♫ Purgatory (Harris): el más exitoso single de este disco, conformado por una melodía rápida y repetitiva y unos fantásticos solos de guitarra. Un alma atrapada entre la vida y la muerte trata de seguir su camino en medio de eternos tormentos.

♫ Twilight Zone (Harris, Murray): 'la zona crepuscular', un tributo a la exitosa serie norteamericana de ciencia-ficción, terror y fantasía de los años 60.

♫ Drifter (Harris): literalmente 'tempestad', un tema cierre poco escuchado y en general poco reconocible hasta para los más acérrimos fans de Iron Maiden.

Personalmente, tengo una opinión de este disco muy parecida a la del anterior. Me cuesta digerir la voz de Paul Di'Anno, aunque hay que reconocer que la entrada de Adrian Smith hace que las guitarras en general sean muy buenas y se empiece a definir el sonido propio de Iron Maiden. Aun así, no hay muchos temas que me entusiasmen especialmente, salvando 'Killers', 'Purgatory', 'Wrathcild' y 'The Ides of March'. Eso sí, la portada me parece espectacular y siempre será mi favorita.

Iron Maiden: 'Purgatory' single

Iron Maiden: 'Twilight Zone' single

Iron Maiden: 'Women in Uniform' single

Puntuación: 7

Recomendado: no puedes dejar de escucharlo si eres fan de la banda.

No recomendado: si estás acostumbrado al 'sonido Maiden' puro de la época Dickinson puede ser difícil de escuchar, yo diría que incluso más que el anterior, por la ausencia de canciones reconocidas por el público general. Absolutamente descartado para principiantes a no ser que estés dispuesto a escuchar la discografía entera en orden cronológico para conocer la evolución de la banda.

Sesión de fotos en Japón

Primera sesión de fotos con Adrian Smith